«Todo el mundo está haciendo algo, vamos a no hacer nada»
(Seinfield)
… y mejor si (no) lo hacemos sin saber por qué.
La pieza de vídeo XAOH profundiza en la pérdida o desuso de información y en como interactúan vídeo y pintura en busca de una forma personal de explorar las muchas vías, matices y posibilidades de su lenguaje. Entendiendo la pintura como una opción de sentido, un descubrimiento inesperado, es una reflexión sobre sus límites con el fin de liberarla de la estructura del bastidor.
Vivimos en la cultura del tráiler, del single, de los highlights de un vídeo y de la sustancia masticada y deglutible que hace papilla lo real. Por contra XAOH (que funciona como un fake de HOAX) experimenta sobre la (no) toma de decisiones y la (no) intervención en todo el proceso la edición: Durante los últimos años Ramon Suau utiliza reiteradamente una misma secuencia aleatoria de vídeo de 4’33’’ de duración (en alusión a la pieza de John Cage) hasta dejarla sin sentido, en silencio, provocando por desgaste y cambio de medio, la ausencia de tema. Suau encarga una pieza de audio, sin dar ninguna directriz, que mediante un software específico de postproducción configura automáticamente la edición de la imagen de vídeo. Es un proceso complejo: la conversión de la música original (pieza de Joan Miquel Oliver) en números proporciona 3 parámetros que se vinculan a la propiedad escala y a la opacidad de las distintas capas. Su posición la determina el número que, aleatoriamente, da nombre a cada capa. XAOH rompe las reglas y se centra en la (no) toma de decisiones con la idea de desmitificar la figura del artista como único creador de la obra, volviéndose invisible.
Seducido por un cierto atractor caótico, no como sinónimo de desorden sino como zona de máxima complejidad y por tanto de máxima información, acentúa y modula las características específicas de frames consecutivos del vídeo XAOH implementándolos en la pintura.